EMPATIA Y ASERTIVIDAD.
En esta entrada, voy a hablar de las diferencias de estas dos habilidades. Estas las puede tener una persona y hay que tener claro que no significan lo mismo.
En el trabajo o la vida privada es habitual enfrentarse a situaciones que requieren de asertividad y empatía. Ser social no sólo es algo innato, sino que, en ocasiones, puede resultar también una cuestión de técnica conversacional.
La empatía consiste en reconocer las emociones de los demás y ser capaz de ponerse en el lugar de otra persona. Para ello, es preciso comprender su perspectiva y su realidad.
Algunas técnicas:
- Dejar a un lado el punto de vista propio e intentar ver las cosas desde la perspectiva de la otra persona.
- Validar la perspectiva de la otra persona y aceptarla sin olvidar que el reconocimiento no siempre es igual al acuerdo.
- Examinar la propia actitud.
- Escuchar y prestar atención también a las señales de comunicación no verbal.
- Defender los propios derechos o los de otras personas de una manera calmada y positiva.
- Comunicarse sin ser agresivo ni aceptar pasivamente lo que pudiera considerarse como inapropiado.
- Expresar un punto de vista sin molestar a los demás ni enfadarse o perder la calma.
- Respetar siempre los pensamientos, sentimientos y creencias de otras personas.
La asertividad es una habilidad que tiene que estar presente en un buen jefe, para tener una buena gestión.